Mendoza, presenta temperaturas muy elevadas en el verano y muy bajas en el invierno. Las precipitaciones apenas superan los 250 mm anuales. El rumbo norte-sur de los cordones cordilleranos no impide el avance del aire polar o del tropical. Por este motivo y por la altura, se dan algunas condiciones apropiadas para el desarrollo del viento Zonda.
Los pasos cordilleranos mendocinos, más elevados que los de la cordillera patagónica, no se comportan como éstos que facilitan la penetración de las masas de aire de las zonas de alta presión de la cuenca pacífica. El ancho del macizo andino y sus estribaciones supera los 100 km. Los faldeos de los cordones más occidentales -del lado chileno- condensan la humedad oceánica del Pacífico.
Se observa un incremento del índice de precipitaciones hacia el sur, ante una mayor influencia anticiclonal del oeste y suroeste, que presiona sobre la cordillera hasta rebasarla. Estos vientos -ya del lado argentino- descargan su humedad en la Cordillera Principal.
En la Frontal, aunque más elevada, los campos de nieve y glaciares carecen de la magnitud alcanzada en la anterior. Puede afirmarse, por lo tanto, que la cordillera de los Andes se comporta como una verdadera barrera climática y su presencia en el oeste elimina al océano Pacífico como un factor geográfico moderador.
El murallón andino es el determinante principal de la continentalidad climática mendocina, signada por altas temperaturas en verano y escasa nubosidad.
Bien
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