El relieve de la provincia de Mendoza se caracteriza por presentar terrenos montañosos en el oeste y llanos en el este. El ambiente montañoso se halla representado por la Cordillera de los Andes y la Precordillera. Este tipo de ambiente se desarrolla en la zona oeste y conforma un tercio de la superficie de la provincia. Una de sus características es la de formar una barrera frente a las masas de aire húmedas provenientes del Pacífico. Está constituida por formaciones cuyas alturas van descendiendo de oeste a este y de norte a sur. La franja de montaña comprende unos 180 Km. de ancho y la forman la cordillera principal (al oeste), que determina el límite internacional con Chile, la cordillera frontal (al este) y la precordillera.
El cerro Aconcagua, con una altura de 6959 metros, el más alto de América, se encuentra en la cordillera principal, ya que la misma está integrada por cordones montañosos con cerros de gran altura. También se sitúan los volcanes Tupungato de 6800 metros, el Maipo o Maipú de 5325 metros, el Overo con 4700 metros y el San José con 5780 metros de altura.
Hacia el este se extiende la cordillera Frontal. La misma cuenta con una antigüedad mayor que la Principal. Posee un relieve formado por cordones altos y bloques elevados que no conforman una cadena continua, presentado diferentes accidentes geográficos. Su extensión va desde el norte de la provincia, hasta el río Diamante. Sus alturas alcanzan un promedio de 5000 metros, destacándose la cordillera del Tigre, los cordones del Plata, Portillo, Las Delicias y las sierras de Carrizalito y Melocotón.
Continuando con el ambiente montañoso, el valle de Uspallata se halla en la cordillera Frontal. El mismo conforma una depresión extensa que la separa de la formación precordillerana. La Precordillera es un macizo antiguo, posee alturas más bajas, de un promedio de 3000 metros. Es además menos extenso que las formaciones anteriores. Nace en la provincia de La Rioja, continúa por San Juan, y en Mendoza forma las sierras de Villavicencio y Uspallata, finalizando en la margen derecha del río Mendoza.
Este bloque montañoso, presenta una alta sismicidad que provocan frecuentes movimientos que afectan a la región. Uno de ellos es el que afectó a la cuidad de Mendoza, en el año 1861, sus consecuencias fueron graves. Hacia el sureste, y separado del área cordillerana por una franja llana, se encuentra el bloque San Rafael. Su estructura es más bien baja, y está constituido por materiales muy antiguos erosionados y rejuvenecidos. Dos ríos lo cruzan por cañones profundos, el Diamante y el Atuel. El este mendocino, es un ambiente de planicie y llanura. Su extensión va desde el piedemonte cordillerano hasta el curso del Desaguadero. La zona sur se halla predominantemente conformada por relieves de transición hacia la región patagónica, con formas volcánicas.
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